lunes, 16 de febrero de 2009

Bryant y O'neall brillaron con luz propia

Juntos ganaron tres anillos y en el All Star en Phoenix volvieron a divertirse y a propulsar al equipo del Oeste a un triunfo arrollador (119-146). Kobe Bryant y Shaquille O'Neal resultó otra vez la fórmula magistral. La bella y la bestia, el fino alero y el coloso pívot. Y junto a ellos, Pau Gasol, que jugó un excelente partido en su segunda presencia en un All Star. El pívot español concluyó con 14 puntos, 8 rebotes, una asistencia y un tapón en los 15 minutos que estuvo en pista. El duelo entre Kobe Bryant y LeBron James se resolvió a favor del alero de los Lakers, autor de 27 puntos, 4 rebotes y 4 asistencias. Lebron se quedó en 20 puntos, 5 rebotes y 3 asistencias. O'Neal, el gran animador del partido, concluyó con 17 puntos, 5 rebotes y 4 asistencias. La NBA decidió que Bryant y O'Neal compartieran el premio al mejor jugador (MVP).

Pau Gasol irrumpió en la cancha en los últimos segundos del primer cuarto. Relevó a O'Neal y en su primera acción anotó sus primeros puntos en un All Star ya que, en el anterior, en Houston hace tres años tuvo la mala suerte de sufrir una amigdalitis, aunque fue el máximo reboteador, no logró anotar. Gasol demostró lo ya sabido, que es un espléndido jugador, capaz de moverse como pez en el agua entre los mejores del mundo. Rápido y listo, es tan capaz de hacer su físico para capturar el rebote como para correr el contraataque y acabar la jugada. Se fue al descanso con 10 puntos y 4 rebotes en su haber, como si nada, en sólo siete minutos y medio de juego.

El partido se desarrolló conforme a los parámetros previsibles, con LeBron James y Kobe Bryant muy predispuestos a asumir su duelo personal y abanderar a sus equipos. El equipo del Este empezó más entonado y llegó a dominar por 12 puntos (8-20). Fue entonces cuando irrumpió en la cancha Shaquille O'Neal. Ya había dado fe de su intención de montar el taco en las presentaciones de los equipos en las que, máscara blanca en ristre, se marcó un baile inevitablemente espectacular dado su imponente físico: 2,16 metros de altura y casi 150 kilos de peso. Una vez en el partido, O'Neal no cedió protagonismo, animado por la grada, en su casa, la de los Suns. De su mano y conChris Paul muy entonado en el reparto de juego, reaccionó el Oeste y tomó ventaja (23-32).

La batería de pívots del equipo del Oeste marcó diferencias en el rebote. Phil Jackson disponía de Yao Ming, Duncan, O'Neal, Gasol, David West e incluso cuatros como Nowitzki y Stoudemire. Garnett y Howard no pudieron con ellos. El Oeste dominó el rebote pero las transiciones rápidas, las triangulaciones en contraataque y los lanzamientos exteriores permitieron al Este mantenerse en el partido (67-72 en el descanso), con excelentes actuaciones de Pierce y Williams e interesantes aportaciones de Wade. Pero el partido se rompió ya en el tercer cuarto y acabó siendo un paseo para el equipo del Oeste. La diferencia final de 27 puntos no se producía desde 1995 precisamente en el anterior All Star que también se disputó en Phoenix y que concluyó con el triunfo del Oeste por 139-112 en un partido en que el mejor fue Mitch Richmond.

Fuente: EL PAÍS

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