De todos es sabido que en el Universo se repiten formas y estructuras, pero para la vista humana el poder contemplar un "ojo" espacial que mide dos años luz, poco menos de 20 billones de kilómetros, es una experiencia única.
En 1824, el astrónomo alemán la descubrió y desde entonces ha suscitado mucho interés. El telescopio espacial Hubble y el Very Large Telescope del ESO ya captaron imágenes de ella en el pasado.
Pero la última y detallada imagen de Helix, que se encuentra en la constelación de Acuario (a 700 años luz de la Tierra) la ha captado el Wide Field Imager del Observatorio La Silla (Chile).
En una nota de prensa, el ESO explica que Helix, o NGC 7293, como la conocen los científicos, constituye uno de los "ejemplos más espectaculares" de nebulosa planetaria.
A pesar de su nombre, las nebulosas planetarias poco tienen que ver con los planetas, ya que son un objeto gaseoso constituido por el resplandor final de las estrellas de masa baja o intermedia antes de convertirse en enanas blancas (que es el estado final de la evolución de una estrella). En el futuro, el Sol también pasará por el estado de nebulosa planetaria y terminará siendo una enana blanca.
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