jueves, 28 de enero de 2010

'Up in the Air'. Reitman, de la mano de Clooney, vuelve a lleva a los cielos una historia repleta de realismo



UP IN THE AIR
Título original: 'Up in the Air'.
Duración: 109'.
País: Estados Unidos.

Para mí...
Guión: Notable (8).

Interpretación: Notable (7,5).
Efecto: Profundo sin abandonar el entretenimiento.

Nota Global: Notable (7).




'Up in the air' es, de las películas en cartelera, una de las que más ganas tenía de ver. El mundo de los aviones y los aeropuertos siempre me ha resultado atractivo y junto con la aparición del Clark Gable de ésta década -George Clooney- hizo de Arriba en el aire una cinta apetecible para mi gusto. Pero lo que hizo que deseara verla fervientemente fue enterarme de su director, Jason Reitman, un maestro poco prolífero que me enganchó con Juno.

El lema con el que la Paramount publicita el film está escogido perfectamente: "The story of a man ready to make a connection" "La historia de un hombre preparado para hacer una conexión". George Clooney se mete en el papel de un trabajador con vida de ejecutivo que se encarga de viajar por todo Estados Unidos despidiendo a trabajadores de empresas que contratan los servicios de ésta empresa. Todo se mueve magistralmente alrededor de su agitada vida entre aviones y aeropuertos -pasa 270 días al año fuera de su casa conformando un biotipo diferente con un estilo de vida con el que se siente agusto, sin tataduras, libre- y su trabajo de "arruina-vidas" despidiendo personas corrientes.

Disfruté de la película mucho, el inicio te agarra con fuerza, pero llega un momento en el que sentí el pánico de ver cómo Reitman iba a caer en el abismo de la comedia romántica americana, pero no ocurrió. La película da un giro temático incluyendo las relaciones personales en la vida del solitario Ryan Bingham, y lo hace con un diálogo brillante sobre las millas de las tarjetas de pasajero habitual. Gran parte de la cinta transcurre en la delgada frontera de la típica comedia romántica americana, pero sólo lo roza tangencialmente porque se trata de un drama, un drama humano ambientado en un momento muy actual de tristes vidas que desembocan en la tragedia del despido. Como ya hizo con 'Juno', Reitman abandona la ficción y hace suya la famosa frase en la que el realismo se ensalza como lo más fuerte y desgarrador.

La temática del film no sólo me gustó, me devoró por completo. De un tiempo a ésta parte el mundo de los aeropuertos y aviones a formado parte de mi vida habitual (no a éstos niveles, por supuesto). Hacer la maleta, pasar un control o el embarque se han convertido en algo habitual para mí, como indiqué hace poco en un artículo. Hay momentos del film que ha hecho que sintiera un feeling especial con Clooney: el ritual de hacer la maleta siempre igual, el protocolo para pasar el control y, sobre todo, la devoción y control de las tarjetas de fidelidad.

Es una cinta que merece verse, disfrutarse e involucrarse en ella. Aunque acabe con un decepcionante final (espero vuestros comentarios al respecto), se ve claramente la mano de Reitman en el trato de la historia, y eso ilusiona. Tras ver éste film sólo deseo que el director americano decida de una vez por todas quitarse el preservativo y se lance a crear más historias de éstas a las que nos tiene acostumbrados, profundas sin abandonar el entretenimiento. Aunque si éso significa un bajón en la calidad como lo ha pasado ya a muchos otros de sus compañeros, mejor que siga usando el profiláctico y nos deleite con éstas píldoras de indiscutible factura en dosis bianuales.

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